Aunque el origen de sus primeros asentamientos humanos no está del todo claro, son muchos los historiadores que identifican a San Vicente con la antigua Evencia romana y ubican aquí el Portus Vereasueca, por su magnífica posición topográfica junto a la bahía que forma un doble brazo de mar. El municipio tomó su nombre actual del conocido mártir aragonés, en los albores del siglo XIII. En el XV (1470) nacía en estas tierras el inquisidor Antonio del Corro, cuyos restos descansan en un bellísimo sepulcro de mármol tallado.

San Vicente de la Barquera, capital del municipio, es la villa marinera por excelencia, como se manifiesta en todas sus tradiciones, costumbres y hasta en sus fiestas más populares: La Folía (multitudinaria procesión marítima de la Virgen que se celebra el segundo domingo después de Pascua) y la procesión del Carmen (16 de julio).

San Vicente constituye una de las más conocidas y bellas estampas de toda la Cornisa Cantábrica. Lugar de paso obligado en la comunicación entre Asturias y Cantabria, su ubicación geográfica ha favorecido sin duda su desarrollo como uno de los destinos turísticos preferidos en la región.

Desde el punto de vista natural, posee un magnífico elenco de privilegiadas playas como son Fuentes, Primera de San Vicente, El Rosal, El Tostadero, Merón y Gerra, y una hermosa ría salpicada de intenso cromatismo gracias a los innumerables botes y barcas de colores que siempre encontramos en ella.

La puebla vieja de San Vicente es además un espacio lleno de encanto gracias a su iglesia, castillo y los restos de una muralla. Los puentes tienen también mucho que ver en la belleza de esta villa, que tiene como fondo los majestuosos Picos de Europa con sus cumbres permanentemente nevadas. Todo ello convierte este antiguo refugio de pescadores en un lugar ideal para descansar y disfrutar.

La vocación marinera de San Vicente de la Barquera se aprecia asimismo en su gastronomía, que gira en torno a pescados y mariscos y tiene su máxima expresión en el sorropotún o marmita barquereña, un guiso preparado a base de bonito y patatas.

En cuanto a sus monumentos, el más destacado es la iglesia de Santa María de los Ángeles, construida entre los siglos XIII y XVI. En el XV se levantó el antiguo convento franciscano de San Luis, hoy se pueden ver sus restos. El castillo edificado en tiempos de Alfonso I es hoy sede de numerosas exposiciones.

La puebla vieja de San Vicente es un conjunto monumental plagado de interesantes edificios que le han merecido la declaración como bien de interés cultural de Cantabria desde 1987. Los puentes son otro de los signos de identidad de esta villa: el de la Maza, con 28 ojos, fue construido por mandato de los Reyes Católicos en el siglo XVI, mientras que el del Parral data del siglo XVIII.

Bárcena Mayor

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